sábado, 18 de abril de 2020

ALCAUCILES, CHÍCHAROS Y HABAS


INGREDIENTES:

* 4-6 Alcauciles, sin son de los romanos, mejor. 
* 1 y 1/4 Kg. de chícharos
* 1 y 1/2 Kg. de habas
* Un manojo de cebollitas de las largas moradas ( la cantidad es al gusto)
* 2 dientes de ajo
* Perejil
* Hierba buena (opcional)
* Pan rayado, una cucharada sopera
* Aceite Virgen Extra
* Sal 
* Pimienta negra (opcional)
* Agua

PREPARACIÓN: 
  1. Pelar los chícharos y las habas y cortarle a los alcauciles las puntas, el tallo y pelarlos un poco ya que las hojas exteriores son muy duras. Cada cociner@ los pela según su gusto. 
  2. Pelar las cebollitas largas y picarlas muy finitas. Hacer lo mismo con el ajo.
  3. Picar un buen manojo de perejil lo mas fino posible.
  4. En una olla poner las habas, los chícharos, las cebollas, el perejil, los ajos y los alcauciles (yo los abro un poco) encima de todo. 
  5. Añadir la sal y la pimienta, espolvorear con el pan rayado y rociar con el aceite procurando que caiga un poco dentro de cada alcaucil.
  6. Cubrir con el agua necesaria.
  7. Dejar que hierva y aflojar un poco el fuego. Es preferible hacerlo sin olla exprés, ya que se ponen tiernos pronto y salen más buenos.
  8. Al final rectificar el punto de sal y echarle una rama pequeña de hierba buena.

Alcauciles romanos

Cebollas largas moradas

          Os pongo este enlace muy interesante del libro "La cocina del Alcaucil" cuyos autores, Felipe Luzón Nogué y Bárbara Luzón Fernandez han recopilado recetas cuyo protagonista es el Alcaucil. Vale la pena echarle un vistazo.


UN POCO DE HISTORIA.

          La apreciada y delicada alcachofa es una hermosa flor de color morado que nunca llega a su esplendor, un capullo que antes de florecer termina en un manjar o en un sencillo plato.
          Su nombre científico "cynara scolymus" tiene su origen en el Olimpo de los Dioses. Estaba Zeus visitando la Isla Kynaros cuando descubrió a la bella Cynara tumbada en las playa, se enamoró perdidademente de ella y se la llevó al Olimpo dónde la hizo Diosa, pero Cynara pronto se cansó del divino paraiso y decidió volver a su isla y a sus playas, Zeus montó en cólera e hizo que le brotaran unas hojas durar verdes que la recubrieron y transformaron su cuerpo, encerrando en el centro su corazón. Esta es la bonita y triste historia de la primera alcachofa.
          Las primeras referencias que encontramos de este vegetal son unos grabados en las pirámides de Egipto y, aunque los griegos la conocían y las utilizaban como medicina y elixir de amor, es el romano ( nacido en Cádiz) Columela quien en su obra "De re rustica" nos cuenta que las cynaras se pueden plantar en dos estaciones diferentes en el mismo año y que hay que abonarlas con ceniza. 
          Aunque ya eran estimadas en la Península Ibérica en tiempos de los romanos son los árabes quienes la implantan y generalizan su consumo y cultivo, que está datado en el "libro de la agricultura" de el agrónono Ibn-al-Awuam (s. XII) que nos habla del cardo como planta silvestre y de los alcauciles como planta derivada de los anteriores y cultivada por el hombre.
          En la Edad Media pasa prácticamente desapercibida pero no se olvidan de su leyenda como alimento afrodisíaco y es prohibido su consumo a las jóvenes en edad de merecer.
          Será Catalina de Médicis quien al contraer matrimonio con Enrique II de Francia, revolucionará las cocinas de la Corte aportando distintas formas de cocinar y nuevos ingredientes entre los que se ecuentra su favorito: la alcachofa. La Reina adoraba su sabor y la consideraba afrodisiaca. La preparaba en un guiso llamado "beatilles" en el que las cocinaban con crestas de gallo, riñones y mollejas. Este guiso era muy popular ya que pensaban que tenía mas propiedades excitantes que cualquier filtro amoroso.
          También preparaban con alcachofas recetas típicas de Florencia, la tierra natal de la Reina, quedando perpetuadas como clásicas en la cocina francesa. Catalina no sólo las llevó a las mesas más importantes, sino que además introdujo su cultivo en tierras galas.
          Será en 1627 cuando aparece como elemento estrella en el "Bodegón con alcachofas, cerezas y florero" que fué pintado en 1627 por Van der Hamen y que actualmente está en el Museo del Prado.

Alcachofa en flor

Bodegón de Van der Hamen

          
                                                                             Receta de Lolita Clavaín, mi madre.

          


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