viernes, 21 de febrero de 2020

GALLETAS DE ALMENDRA




INGREDIENTES:

* 125 gr. de almendras molidas
* 75 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
* 1 huevo pequeño
* 1 yema para pintar las galletas
* Almendras crudas para decorar
* 100 gr, de harina 
* 100 gr. de azúcar


ELABORACIÓN:

  1. Dejar la mantequilla a temperatura ambiente o meterla en el microondas unos segundos; poco ya que se derrite enseguida y alterará la cantidad de harina necesaria.
  2. Mezclar la mantequilla con el azúcar y las almendras. Yo utilizo una batidora de varillas.
  3. Añadirle el huevo batido y seguir batiendo. Es importante el tamaño del huevo. Para esta cantidad de harina debe de ser pequeño. Si es más grande deberemos de añadir un poco de harina más, pero siempre al final de la receta y poco a poco, hasta que la masa tenga la consistencia deseada. Esta masa es esponjosa, pero no se debe de quedar pegada en las manos al manipularla. Yo pruebo siempre la masa cuando le tengo que añadir harina, ya que si le añadimos demasiada quedará insípida y la forma de solucionarlo es añadir un poco mas de azúcar. A mi esto no me gusta hacerlo porque en repostería es muy importante respetar las proporciones. Como estas galletas llevan la misma cantidad de harina que de azúcar, lo que yo hago es pesar la harina que le añado de más y añado lo mismo de azúcar. Es preferible que el huevo sea pequeño y así no nos complicamos con las proporciones.
  4. Incorporar la harina poco a poco, en este momento yo lo hago con las manos. El calor de las manos derrite los grumos de mantequilla que nos hayan quedado y nos dá el punto de harina.
  5. A la hora de estirar la masa y cortar las galletas hay que procurar que todas queden del mismo grosor, más o menos un centímetro. Una forma de hacerlo es poner la masa entre dos papeles de horno y deslizar el rodillo por encima del papel para que no se pegue la masa al rodillo. Yo utilizo unas guías para ello, las hay de varios grosores, y lo hago de la siguiente forma: el papel en la base de la mesa de trabajo, encima las guías, una a cada lado y la masa entre las dos guías. encima otra lámina de papel de horno. A la hora de deslizar el rodillo, lo hace sobre las guías con lo que la masa tiene el mismo grosor por toda su extensión.
  6. Sobre la bandeja de horno se pone otro papel . Las pastas se cortan con la forma que se quiera y se distribuyen en la bandeja,se le pone una almendra encima a cada una y se pintan con la yema de huevo. Al pasar las pastas de la mesa de amasado a la bandeja hay que tener cuidado, yo me ayudo con un cuchillo de hoja plana y punta redonda.
  7. El horno se calienta previamente. Si es de aire caliente 150º y 20 minutos será suficiente. Si es un horno tradicional necesitarán 180º y unos 25 minutos. Hay que vigilar el horneado ya que no deben de cocerse en exceso porque se endurecen. Deben de quedar de un color vainilla.
  8. Es importante enfriarlas en una rejilla antes de guardarlas en una caja hermética. Son galletas, no pastas, por lo que son crujientes y no blandas.

Color adecuado
Guías para repostería


          Estas galletas son deliciosas y muy fáciles y rápidas de hacer. Son del Blog "Con tu pan te lo comas". Yo las he hecho ya unas cuantas veces y como toda receta que hago, le doy mi toque e intento transmitir mi experiencia y mi técnica.


UN POCO DE HISTORIA.


          Hace 10.000 años los nómadas necesitaban un alimento fácil de transportar y con un alto aporte de energía. Su descubrimiento fué de cierta forma una casualidad, al someter por error una pasta de cereales a altas temperaturas. Al no tener levadura tomó la consistencia que reconocemos en las galletas.
          En la Edad Antigua se elaboraban con muy pocos ingredientes y fue en Roma  en el siglo III cuando el chef Apicius coció una masa de cereales por un lado y por otro y la bautizó como "Bis Coctum", muy similar a galleta en inglés, biscuit.
          En la Edad Media aumentó el consumo de esta masa sin levadura, a la que se le añadía jugo de carne y huevo. Era alimento  sobre todo de campesinos, tripulantes de navíos o ejércitos de moros y cristianos. A partir de ahí el famoso dulce empezó a llamarse  "galleta", inspirándose en una crepe muy consumida en Francia en el siglo XIII que se llamaba gallete.
          Los Médicis le dieron a la "galleta" un status de dulce elegante y refinado al servirlas en la Corte. Comienzan a incluirse más ingredientes en su elaboración y también a presentarlas con nuevas formas. Catalina de Medicis, italiana  y casada con el rey Enrique II de Francia tuvo mucho que ver en el aumento de categoría de las galletas, ya que al casarse con el rey francés se llevó a su repostero desde el palacio de Florencia donde se crió hasta la Corte francesa. Era una mujer muy golosa y no quiso prescindir de sus dulces preferidos.
          La preparación a nivel industrial no se produce hasta el siglo XVIII, cuando se pasa de elaborarlas en pequeños negocios a fábricas donde la producción aumenta en grandes proporciones.


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